Casi todos hemos visto sonreír a un recién nacido. Es, sin duda, una visión enternecedora, relajante. Sin embargo, esta conducta no es
tá dirigida a nadie en particular ni tiene intención alguna; se trata en realidad de una reacción refleja del bebé frente a ciertas sensaciones orgánicas. Es entre el mes y medio y los tres meses de vida que aparece la llamada “sonrisa social” –o “sonrisa del tercer mes”-, la cual fue estudiada por el psiquiatra y psicoanalista austríaco René Spitz, quien describió este comportamiento como un organizador del psiquismo y primer reconocimiento social que hace el niño de su cuidador principal (por lo general, la madre).
Al respecto y como bien sabemos, estas primeras sonrisas dirigidas a un otro se irán complejizando. De hecho, se estima que los seres humanos contamos con un repertorio de por lo menos dieciocho tipos de sonrisas diferentes, algunas de las cuales usamos en el cortejo.
La denominada “sonrisa simple” no es mucho más que un gesto con la boca, en el cual se saluda a un conocido con los labios cerrados pero extendidos, sin quedar expuestos los dientes. Por lo general esto va a acompañado de un movimiento de cabeza que expresa reconocimiento.
La “sonrisa de mitad superior” es un paso más en el interés hacia el otro. Los dientes quedan al descubierto y las intenciones son positivas. Y se presenta un rápido movimiento de cejas. Esta conducta suele tener lugar en los contactos individuales y en el flirteo.
La “sonrisa abierta” es la que usamos francamente para seducir. De hecho es frecuente observarla en las propagandas políticas (a fin de cuentas, algo parecido al cortejo es lo que los candidatos deben hacer con nosotros para que los votemos). Aquí los labios están totalmente separados, se ven los dientes superiores y a veces también los inferiores. Al respecto, el psicólogo norteamericano Paul Ekman –pionero en el estudio de las emociones y su correlato facial- la describió como una de las expresiones menos complicadas desde un punto de vista muscular (en comparación, por ejemplo, con las muchas versiones de expresión del enojo, que implican cientos de combinaciones).
En la “sonrisa social nerviosa” se muestran los dientes, pero como señal de miedo, de esfuerzo por mostrar cordialidad y de deseo de aplacar al otro. Definitivamente, el rostro que revela este tipo de sonrisa no juega un rol positivo a la hora de seducir y cortejar.
Créditos bibliográficos:
https://www.lagaceta.com.ar/blogs/sexualmentehablando/822936/sonrisa.html
Complementario
https://www.diariolibre.com/estilos/evergreen/5-tipos-de-sonrisas-y-sus-significados-OE20714921