viernes, 29 de marzo de 2019

Estructura de la mente humana

Este tema es el más importante de toda la psicología, pues ayuda a entender el funcionamiento de la mente. Cómo somos por dentro. Cómo sentimos. Cómo pensamos. Cómo se generan los temores y los complejos. Qué fuerzas ocultas nos impulsan a actuar a veces en contra de nuestra voluntad.
El material está expresado de forma clara y pedagógica, para que te resulte fácil y agradable y para que puedas aplicar las ideas a tu vida real.
El conocimiento de la estructura de la mente es la clave para entender todas situaciones humanas y para resolver las cosas de forma efectiva. Te dará un gran poder sobre ti mismo y sobre las personas.
Es conveniente que leas y analices con frecuencia este tema hasta que te familiarices con él. Cada vez que lo leas y reflexiones sobre él, encontrarás nuevas ideas que te ayudarán a conocerte mejor a manejar tus emociones.
Este conocimiento debes aplicarlo en primer lugar a ti mismo; pues sólo si te conoces podrás comprenderte y podrás comprender a los demás. Sólo si cambias, podrás lograr que cambien los demás.
Según Freud la estructura psíquica humana está formada por tres niveles: “SUPER YO” , “YO” y “SUBCONSCIENTE”.
El Dr. E. Berne denomina a estos estados psíquicos con los nombres de “PADRE”, “ADULTO” y “NIÑO” respectivamente.
Nosotros vamos a utilizar las denominaciones del Dr. E. Berne.
Observa la estructura de la imagen siguiente y lee con atención el contenido de cada nivel o estado de la mente humana, pues a partir de este conocimiento podrás comprender tus comportamientos y los comportamientos de las demás personas.
Las flechas azules significan los contenidos positivos que apoyan al YO y las flechas rojas significan los contenidos negativos contra los cuales tiene que luchar el Yo para no ser manipulado.



El PADRE interno (Súper Yo)

Contiene el concepto enseñado de la vida, realizado por los " padres"
Está constituido por todas las grabaciones (en el cerebro) de los acontecimientos vividos especialmente durante los cinco primeros años de vida. Estas grabaciones son proporcionadas por los “padres” a través de sus comportamientos y actitudes.
Estos contenidos son grabados en directo, sin análisis y sin correcciones, pues el niño carece de capacidad crítica para comprender los motivos de la conducta paterna. Si los padres son equilibrados, el niño sentirá paz y armonía, pero si los padres son hostiles, el niño se sentirá amenazado.
El Padre, contiene los principios filosóficos, religiosos, morales y sociales; las advertencias y normas que escuchó; las actitudes profundas, temores, complejos...que los “padres” proyectaron consciente e inconscientemente sobre él y las formas externas, gestos, costumbres, tono de voz. etc.
Todas estas experiencias se graban como algo indiscutible absoluto, y obligatorio. Se convierte en patrón de conducta o conciencia que actúa en forma compulsiva sobre el Yo, exigiéndole el cumplimiento de las programaciones recibidas.
Esta conciencia actúa también como juez y como tal, premia con la paz, cuando la persona se somete a las exigencias y castiga con angustia, cuando la persona quebranta las órdenes.
Esta conciencia inconsciente nace del instinto de seguridad y de la necesidad que tiene el niño de ser protegido y amado. Para lograrlo, el niño acepta someterse a las exigencias y prohibiciones de los padres, las cuales quedan interiorizadas y grabadas con huella indeleble, dando origen al Padre.
El sometimiento es el precio que todo ser humano debe pagar para ser admitido en la sociedad.
• Un Padre formado por grabaciones equilibradas, impone exigencias adaptadas a la realidad. Esta clase de Súper Yo, proporciona seguridad y orientación.
• Un Padre exigente, prejuiciado y perfeccionista, reprime los instintos y las necesidades más allá de lo justo e impone metas muy altas, lo cual genera angustia, neurosis e insatisfacción permanentes.
• Un Padre constituido por principios y valores débiles, carece de lógica y de autoridad, por lo que la persona vive a la deriva sin motivaciones, sin criterios y sin metas.
De esta forma, los hijos quedan programados por los padres, para el éxito o para el fracaso. Pero el ser humano es libre, por lo que en última instancia siempre es responsable de sus decisiones, a pesar de todos los condicionantes sociales.

Función del Padre (Súper yo)

1. Proporcionar datos al sujeto sobre la realidad de la vida y enseñarle a actuar de acuerdo a ciertos principios y valores: Religiosos, morales y sociales, con el fin de controlar las fuerzas instintivas irracionales.
Así como el padre físico salva la vida del hijo, alimentándole, protegiéndole y enseñándole, del mismo modo, el Padre psicológico salva la vida del hijo, proporcionándole datos para la supervivencia, la adaptación y el desarrollo.
El padre le enseña cómo son las cosas, lo que debe hacer y lo que no debe hacer.
2. Apoyar al Adulto (Yo) en la represión del los instintos y de los contenidos subconscientes opuestos a la moral.

EL ADULTO interno (YO)

Contiene el concepto aprendido de la vida.
Es la conciencia consciente y reflexiva basada en la propia experiencia.
El niño, a partir de los pocos meses comienza a adquirir un conocimiento experimental de la vida a través de la información que le proporcionan los sentidos y la inteligencia. Esta experiencia no es pura, debido a que el Adulto está condicionado por los contenidos del Súper yo (Padre) y del subconsciente (Niño).
Con los años adquiere un conocimiento más objetivo y profundo de las cosas, lo que le permite adaptarse mejor; controlar más fácilmente las fuerzas compulsivas del Súper Yo (Padre) y del Subconsciente (Niño) y liberarse de datos desadaptados o erróneos.
Cuando la educación recibida en la infancia coincide con la propia experiencia, la persona experimenta gran fe y seguridad, porque tiene la confirmación de que está en el camino correcto; pero, cuando no se da esta coincidencia, debido a que la educación fue muy liberal o muy represiva, entonces, surge la contradicción entre los contenidos del Padre y la realidad de la vida. Esta contradicción genera duda, temor e inseguridad, respecto de sí mismo, de la vida y de los demás.
En la medida en que el yo logra crecer, por medio del conocimiento, de la experiencia, de la reflexión y de la madurez, adquiere el poder necesario para controlar lo negativo y poner a funcionar lo positivo, del Padre y del Niño.
El desarrollo integral del Adulto es condición indispensable para alcanzar salud, equilibrio, desarrollo, éxito, libertad y felicidad.

Función del Adulto (Yo)

1.-Dar unidad a la psiquis y establecer una relación armónica entre todas sus fuerzas.
2.- Mantener el equilibrio psíquico, mediante el control de las fuerzas compulsivas del Padre y del Niño, utilizando mecanismos de represión.
3.- Relacionarse con el mundo externo y adquirir un conocimiento experimental y racional de las cosas, que le ayude a adaptarse a la realidad de la vida.
4.- Aceptar la realidad de la vida y comprender por qué los "padres” y la gente son como son, para así, evitar quejarse, lamentarse, criticar y culpar a los demás de la propias desgracias; asumiendo que, en última instancia, cada uno es responsable de sus decisiones.
5.- Dar satisfacción a las fuerzas instintivas, encauzándolas hacia objetivos constructivos, a través de mecanismos racionales, tales como la sublimación, el estudio, el deporte, el arte, la amistad.
6.-Reprogramar la mente y hacer un plan de vida con el fin de adquirir el máximo desarrollo, éxito y felicidad posibles.
7.- Desarrollar una identidad cada vez más rica y firme. La identidad está constituida por la idea de valor, de capacidad y de posibilidades que cada uno, tiene de sí mismo. Esta idea depende del desarrollo y éxito real alcanzado en la vida. Esta imagen determina el grado de autoestima y en consecuencia, toda la conducta humana
Cuando el Padre se apodera del control, la persona actúa en forma autoritaria y crítica.
Cuando el Adulto dirige el funcionamiento de la psiquis, la persona actúa en forma objetiva, lógica, práctica y eficaz.
Y cuando es el Niño quien lleva la batuta, entonces predominan los sentimientos y la persona tiende a comportarse en forma infantil, inmadura, impulsiva y caprichosa.
La vida está hecha de situaciones - problema, que debemos resolver para sobrevivir y desarrollarnos; pero el verdadero problema no es la dificultad en sí, sino la forma en que reaccionamos ante ella. Si reaccionamos desde el Padre o desde el Niño, es decir desde el autoritarismo o desde el capricho, estamos condenados al fracaso.
Sólo si actuamos desde el Adulto, es decir, con lógica, podemos resolver eficazmente las dificultades y avanzar hacia la libertad, que es la meta de todo desarrollo.
El Adulto debe ser firme cuando se trata de principios y valores, los cuales no pueden supeditarse a ningún interés, capricho o circunstancia, pero en las demás situaciones debe ser flexible, comprensivo y tolerante.
Las tres instancias psíquicas (Padre – Adulto - Niño) son indispensables, porque cada una aporta una energía especial. El Padre aporta los principios; el Adulto, la experiencia y el Niño, energía y creatividad. Pero el control debe ejercerlo el Adulto, de lo contrario la vida será un caos.
El Adulto sólo tiene poder y autoridad para ejercer ese control si logra liberarse de la ignorancia, del temor y de la agresividad. Por tanto, el objetivo fundamental de la vida es construir una imagen positiva de sí mismo, que desborde autoestima.


EL NIÑO interno (Subconsciente)

Contiene el concepto sentido de la vida. Es instintivo y emocional
En el subconsciente están grabadas las experiencias afectivas vividas durante especialmente durante los cinco primeros años de la vida. Estos sentimientos son inconscientes, por tanto no tenemos acceso directo a ellos. Se graban en forma indeleble, lo que significa que su huella permanece grabada en el cerebro para siempre. Estos sentimientos, positivos o negativos, tienden a manifestarse a lo largo de la vida, presionando al Yo en forma compulsiva.
Según la psicología actual, las cuatro actitudes vitales del niño son:
Yo estoy mal - Tú estás bien. Posición inconsciente del 1er año.
Yo estoy mal, porque soy pequeño, débil, indefenso... Tú estás bien, porque eres poderoso, me cuidas, me das cariño.
Yo estoy mal - tú estás mal. Posición inconsciente del 2º año
Yo estoy mal, porque aún soy pequeño... Tú estás mal, porque ya no me das caricias como antes...
Yo estoy bien - tú estás mal. Posición inconsciente después del 2º año.
Yo estoy bien, porque soy bueno, porque sé que puedo crecer, aprender.Tú estás mal, porque eres poco amable y tienes poca paciencia, me regañas porque soy travieso...
Yo estoy bien - tú estás bien. Esta posición es consciente. No se basa en los sentimientos como las tres posiciones anteriores, sino en una experiencia real de la vida, según la cual, somos capaces y libres y a partir de ahí, podemos lograr todo lo que nos propongamos, porque dependemos de nosotros mismos más que de las circunstancias.
Yo estoy bien porque soy capaz de aprender, de amar y de ser feliz. Tú estás bien porque eres capaz de amar, de crear, de ser feliz. Todos estamos bien porque somos libres. Esta es la gran verdad del ser humano aunque muchos no logren hacerla realidad.
Pero la experiencia indica que el sentimiento “Yo estoy mal” supera en mucho al sentimiento: ”Yo estoy bien”, debido a que la sociedad es muy crítica y represiva, poco amistosa y muy competitiva.
En la medida en que predominan los sentimientos negativos (temor, inseguridad...) la persona tiende a sentirse triste y deprimida mientras que si predominan los sentimientos positivos (autoestima, seguridad...) tiende a sentirse alegre y optimista.
Estas grabaciones de la infancia se van consolidando o rectificando, según las experiencias de cada día. El subconsciente graba todo. Es la memoria que contiene la materia prima de toda creación.
Del subconsciente provienen también los impulsos instintivos que impulsan a la acción, a la expansión, al desarrollo, a la satisfacción de las necesidades. Los instintos se rigen por el principio del placer y de la satisfacción inmediata, son irracionales y carecen de moral, por lo cual necesitan ser controlados y orientados hacia objetivos constructivos.

Función del Niño (subconsciente)

• Producir la energía necesaria para movilizar todos los niveles de la personalidad.
• El subconsciente es la fuente de la creatividad
• Grabar las experiencias afectivas, que nos hacen sensibles a la vida y nos llevan a reaccionar. Sin estas experiencias el hombre sería sólo un robot.
La emotividad es innata pero la forma de reaccionar es aprendida. Los estímulos positivos generan reacciones positivas, mientras que, los estímulos negativos generan reacciones negativas. De aquí la importancia de evitar la crítica y el castigo porque sólo sirven para fortalecer las conductas negativas.
Existen temperamentos más emotivos que otros, pero lo importante es aprender a sentir intensamente la vida y a controlar la emotividad.
La inteligencia señala la meta, pero es la afectividad (el deseo) quien nos lleva a alcanzarla.
Hoy se habla mucho de inteligencia emocional. La inteligencia emocional reside en el subconsciente; por tanto, el conocimiento del funcionamiento del subconsciente puede ser la clave para el éxito en la vida.
Lo expuesto es la síntesis de la psicología. Es la clave a partir de la cuál puedes conocerte y conocer a las personas para actuar en consecuencia.
Esta información te ayudará a comprender el lenguaje, los gestos y la expresión corporal de las personas. A saber cómo son y cómo se sienten, a relacionarte mejor, a estar prevenido, a evitar problemas y discusiones y tener las palabras oportunas para cada situación. Pero, lo que es más importante, te ayudará a conocerte mejor.
A analizar tus contenidos mentales, a controlar tus reacciones emocionales, a actuar con más criterio y prudencia y a saber rectificar.
En el siguiente ejercicio aparecen 40 manifestaciones. Proceden del PADRE, del DULTO y del NIÑO. Es importante que sepas identificar de qué parte de la mente proceden, para que cuando te relaciones con las personas tengas idea de qué parte predomina en ellas. Así sabrás a qué atenerte.
Una persona con principios rígidos es autoritaria, está gobernada por el PADRE interno, No tiene capacidad de análisis ni de diálogo (ADULTO) por lo cual resulta imposible entenderse con ella.
En las discusiones participa el NIÑO de las personas, es decir, los sentimientos. Como no participa el ADULTO (análisis, lógica y realidad) no se resuelve nada y se complican más las cosas.
Si deseas controlar tus emociones y ganar en la vida, necesitas cultivar principios sólidos que te ayuden a controlar los instintos, es decir los comportamientos inadecuados y los caprichos de tu propio NIÑO. Pero tus principios no pueden ser rígidos, porque apabullarías a tu NIÑO interno, reprimirías tu libertad, tu creatividad y tu alegría de vivir.
Además, esta situación te llevaría a ser una persona autoritaria y poco tolerante, lo cual te causaría problemas a nivel social, debido a que avanzamos hacia una sociedad democrática y tolerante.
Si logras mantenerte en el ADULTO serás invencible. El adulto significa la lógica y el diálogo. Es importante evitar toda forma de autoritarismo, pues las personas están a la defensiva y reaccionan contra el autoritarismo. Esto no impide que digas la verdad con claridad y valentía, pero con humildad, porque no es conveniente apabullar a nadie. Las formas son muy importantes. Es muy útil aprender las técnicas de la diplomacia utilizadas por los diplomáticos para llegar a acuerdos. Los diplomáticos se han entrenado para funcionar siempre en el ADULTO y evitar que interfieran los sentimientos (NIÑO) y los prejuicios e ideologías (PADRE).
Los tres estados de la mente son importantes, porque cada uno aporta información importante para la vida. El PADRE aporta principios, valores y normas que sirven de pautas al ADULTO para controlar al NIÑO. El ADULTO aporta conocimientos y experiencia real que sirven para resolver las cosas. El NIÑO aporta energía, ilusión, alegría de vivir, intuición, creatividad, etc.

Cubre la columna de las respuestas e identifica de qué parte de la mente procede cada respuesta. Padre (P) Adulto (A) Niño (N)


Los seres humanos somos educados de forma muy represiva, debido a la falta de preparación psicológica y pedagógica de los padres, lo que hace que mucha de la información recibida en la infancia esté desadaptada a la realidad de la vida. El problema está en que esa información se impuso como algo verdadero y obligatorio y ahora rige nuestra vida. Si nuestras grabaciones mentales fueran correctas, nuestras conductas serían correctas y nos iría bien en todos los aspectos.
Las personas que funcionan bien y triunfan en la vida, se debe a que tienen principios correctos y los aplican.
Ahora bien, los avances de la Psicología nos permiten conocer la estructura y funcionamiento de la mente humana y existen técnicas que ayudan a rectificar y reprogramar la mente.
Todo en la vida depende de la programación mental que rige a cada persona, de aquí la importancia de revisar la estructura de nuestra mente para hacer los ajustes necesarios.
Todos los seres humanos tienen mecanismos internos que les impulsan al desarrollo, al éxito, a la libertad y a la felicidad, pero en la realidad están muy lejos de estos objetivos, debido a que las programaciones mentales (principios, valores, conocimientos, etc.) son muy pobres; por tanto, la solución está en reprogramar la mente y en fortalecer sus aspectos fundamentales.
La vida puede ser fácil o difícil, depende de la forma en que utilizamos nuestros poderes mentales.
Observa lo pesado que es un tráiler. Nadie puede moverlo empujando, ni hacer que cambie de dirección; sin embargo, si encendemos el motor (motivación) el tráiler avanzará sin dificultad, y, si movemos el volante, se desplazará en la dirección que queramos, y, si le ponemos el freno, se detendrá. Así es nuestra vida, podemos activar la mente y guiarla hacia el éxito o podemos ponerle el freno y quedar estancados en el fracaso.
Las personas quieren cambiar pero no saben cómo, debido a que los hábitos mentales mandan. Cada persona necesita encontrar un punto de apoyo que le sirva de base para construir un futuro mejor.
Este punto de apoyo debemos encontrarlo dentro de nosotros mismos. Debe ser un punto de apoyo integral, que signifique mejoras a nivel de conocimientos, autoestima, motivación, creatividad, etc.
Todo debe comenzar por una reorganización de la mente y de la vida, por establecer prioridades y por un compromiso responsable. El mayor éxito de la vida y el mayor placer es el desarrollo de sí mismo y el logro de la libertad interna