Este tema es demasiado importante para tu vida, por lo cual, te recomiendo lo leas
cuando estés descansado y tengas suficiente tiempo para analizarlo y para realizar
el test que te presentamos al final del tema.
La autoestima es el concepto o valoración que tiene la persona de sí misma. Esta
valoración hace que se aprecie a sí misma por encima de sus defectos, de sus
éxitos o de sus fracasos.
La autoestima está muy relacionada con la dignidad personal. La dignidad
constituye la conciencia de sí mismo. Es tan íntima y tan propia que nadie puede
robarla. Si logras conservarla serás poderoso e invulnerable, pero si la pierdes,
habrás perdido lo mejor de ti. A partir de ahí, serás débil y vulnerable.
Una autoestima baja, inhibe las capacidades, lo cual genera una sensación de
ineptitud y de temor y, en consecuencia, una ineficacia real que sirve para confirmar
la poca valoración en que se tiene la persona.
La baja autoestima se debe a que las personas son mal programadas desde niños,
debido a la ineptitud de padres y educadores. La sociedad que exige títulos para
todo, no exige nada para ser padres. (?)
Estudios recientes señalan que la salud, una buena imagen corporal, la adaptación,
el éxito, el desarrollo de principios y valores y la calidad de vida, están muy
relacionados con la autoestima, mientras que, la enfermedad, una imagen física no
satisfactoria, valores poco consistentes, la angustia, el estrés, la depresión, etc.
están relacionados con la baja autoestima
Hasta hace poco se creía que el núcleo de la autoestima lo constituía la inteligencia
pero estudios recientes demuestran que la inteligencia constituye apenas el 20% de
la autoestima. Esto explica por qué tantos profesionales cargados de títulos
universitarios poseen baja autoestima.
Cuáles son los componentes de la auto estima
La autoestima se basa más en una buena adaptación social y en sentimientos
positivos que en el conocimiento. En adelante deberemos aprender a cuidar las
relaciones sociales, a elegir los sentimientos positivos y desterrar toda actitud
negativa.
Los seres humanos poseen un valor infinito. Llegan a este mundo dotados de todo
lo necesario para desarrollarse y alcanzar el éxito y la felicidad. Por esta razón, la
autoestima, el deseo de crecer y la alegría de vivir, deberían ser el estado natural de
todo ser humano.
La baja autoestima es el resultado de poner el valor de la persona en el logro de
cosas materiales, en vez de ponerlo en el desarrollo de cualidades superiores. Si te
guías por los criterios valorativos de la sociedad es posible que te sientas
desilusionado de ti mismo, porque los valores prioritarios para la sociedad son: la
belleza, la riqueza, la fama y el poder, los cuales, además de efímeros son muy
difíciles o imposibles de alcanzar; pero, si basas tu autoestima en valores internos,
propios del ser humano, como la honestidad, la bondad, el esfuerzo, la buena
voluntad... entonces encontrarás muchas razones para sentirte digno, valioso y
respetable.
Desgraciadamente estas cualidades no son reconocidas en el mercado de valores,
pero constituyen la base del verdadero éxito y de la verdadera felicidad y, en
consecuencia, de una autoestima a toda prueba.
La sociedad valora a las personas por su físico, por su inteligencia... pero, ¿Quién
sabe cuál es el valor real de una persona? Si pudieras meterte en la piel de esas
personas a quienes admiras o envidias, tal vez, tu opinión cambiaría radicalmente.
Las cosas caen por su peso de modo que, es importante cimentar la autoestima
sobre valores consistentes que resistan el paso del tiempo y los embates de la vida.
Cada persona tiene que aprender a vivir con lo que es y con lo que tiene porque esa
es la única opción inteligente. Si tu autoestima es baja se debe a que no tienes
criterios claros sobre los verdaderos valores de la vida y, por tanto, no puedes
identificarlos dentro de ti. Es importante que busques la orientación de una persona
buena y preparada que te ayude a abrir los ojos y te sorprenderás de cómo puede
cambiar tu vida.
Evita compararte y competir para demostrar tu superioridad. La autoestima no tiene
nada que ver con la soberbia, más bien, las personas con alta autoestima son
humildes. Tu único deber consiste en esforzarte por ser cada día un poco mejor y
llegar a la noche con la conciencia del deber cumplido. Habrá días en los cuales las
cosas te salgan al revés; los errores y fracasos son parte inevitable y necesaria de
la vida; ellos nos ayudan a ser humildes, nos obligan a rectificar y a capacitarnos;
por tanto, son una forma de aprendizaje. Son escalones que conducen al hombre
sabio a la gloria y al tonto le precipitan al abismo.
Elabora un plan de acción; un proyecto de vida, e invierte tiempo, dinero, paciencia
y constancia en capacitarte constantemente en los aspectos (físico, intelectual,
afectivo, social y espiritual) porque tu valor como persona es la suma de todos estos
desarrollos.
Vivimos en una sociedad caracterizada por la ignorancia, la mediocridad y la
desorientación, la cual invade nuestro espacio mental a cada instante con infinidad
de mensajes alienantes. Muchas personas son programadas con estos mensajes y
pierden la verdadera dimensión de la vida y con ella, su libertad y las posibilidades
de éxito y de felicidad.
El único antídoto para protegerte del poder tiránico de la sociedad y salvar la
autoestima, consiste en desarrollar principios, valores y criterios claros por medio de
la lectura, de la reflexión y de la meditación diaria y en capacitarte constantemente
para estar a la altura de las exigencias de la vida. El éxito alimenta la autoestima
Esta es una responsabilidad personal. La tomas o la dejas. Lo cierto es que no
existe verdadera autoestima sin principios, sin valores, sin criterios claros y sin éxito
real.
No importa lo que los demás piensen de ti, importa lo que tú piensas de ti mismo,
pero sólo puedes pensar de ti mismo lo que verdaderamente eres.
¿Qué hacer?
Si te dedicas a resolver dificultades no terminarás nunca; además, no es resolviendo
dificultades como lograrás el éxito. Es necesario funcionar en positivo. Intenta dejar
de lado tus temores y problemas porque cada vez que piensas en ellos los
fortaleces y gastas en defenderte de ellos el 70% de tu energía mental, la cual
deberías invertir en desarrollo personal.
Sin desarrollo no existe posibilidad de lograr éxitos importantes. El mayor éxito es el
desarrollo de la inteligencia, de la autoestima, de los valores, de la buena relación
con los demás. Si no logras estos desarrollos, nada podrá llenarte, pero, si logras
estos desarrollos, podrás alcanzar casi todo lo que te propongas.
¿Por dónde comenzar?
Todo lo que nos ocurre en la vida es la consecuencia lógica de la forma en que
funcionamos por dentro; de nuestra programación mental; de las ideas,
sentimientos, principios y valores que rigen nuestra vida y de las decisiones que
tomamos.
Así como piensas y sientes, así actúas y así te suceden las cosas.
Cada quien es artífice de su destino y le va como merece que le vaya.
La vida es como un espejo, nos devuelve nuestra propia imagen. Los demás
influyen en nosotros en la medida en que lo permitimos y, lo permitimos, en la
medida en que somos débiles.
El temor y la ignorancia son las principales causas de nuestra baja autoestima y de
nuestra debilidad, por lo cual, nuestro esfuerzo debe centrarse en fortalecer la
propia dig
nidad y en desarrollar capacidad para resolver las cosas con eficacia.