miércoles, 19 de junio de 2019

La angustia

Vivimos en una sociedad muy conflictiva. La globalización, el progreso acelerado, el crecimiento demográfico, el despertar de la gente, la competencia, la pérdida de la educación, del respeto y de los valores, hace que la sociedad sea un hervidero de problemas y de tensiones.
Esta situación genera mucha angustia y estrés que se van acumulando en la mente humana, así como el polvo se pega a las cosas. Si no drenamos todos los días las toxinas físicas y mentales nos iremos enfermando de todos los males que afligen a la sociedad.
Se anuncia que en la próximas décadas las personas podrán alcanzar los 100, 120 ó más años de vida, porque los descubrimientos del código genético y los avances de la ciencia lo permitirán. Pero, al paso que vamos, ¿Cuál será la salud mental de las personas?, ¿Cuál será su calidad de vida emocional, moral y espiritual?
Mientras llega ese día, que no llegará para mi, ni para la mayoría de los que leen este tema, lo importante es vivir el presente con la mente clara, la conciencia limpia y el espíritu feliz, para lo cual necesitamos aprender a inmunizarnos contra tantos mensajes y vibraciones negativas que nos llegan de fuera. Además necesitamos protegernos de nuestros enemigos internos (temores, egoísmo, ignorancia, etc.)
La ansiedad es una forma atenuada de la angustia. La ansiedad es un sentimiento cercano al miedo, pero, mientras que el miedo es producido por algo concreto, la angustia se vive como un peligro venidero, indefinible, imprevisible e inevitable. Esta situación genera estrés.
La angustia aparece como una espera inquietante y opresiva por algo grave que puede suceder. La persona vive a la espera del peligro, siente un desasosiego permanente, está dominada por un sentimiento de impotencia y percibe la vida como un peligro constante.

Causas de la angustia

La angustia está asociada a recuerdos.

El hombre puede ser angustiado y torturado por recuerdos y remordimientos del pasado y por la imaginación que visualiza el futuro lleno de peligros. Los animales no tienen angustia porque carecen de pensamiento y de imaginación.
Según Freud la causa de toda angustia se debe al miedo a la separación o pérdida de algo importante.

La angustia está asociadas a las preocupaciones

Las preocupaciones también generan angustia y estrés. La palabra "preocupación" (pre - ocupación) significa ocuparse con anterioridad de algo que no ha ocurrido o que nunca ocurrirá. Esta conducta es propia de las personas temerosas, inseguras, pesimistas, ansiosas, con baja autoestima. Ésta es una conducta errónea aprendida generalmente en la infancia como consecuencia de una educación equivocada.
La pre-ocupación bloquea las capacidades mentales y causa mucho sufrimiento innecesario, por lo cual, es conveniente prever las cosas y crear las condiciones para que ocurra lo mejor y, una vez hecho esto, esperar y aceptar lo que venga.

Creer que la vida es fácil.

Muchas personas piensan que la vida es fácil y esperan que las cosas cambien en vez de capacitarse para cambiarlas. A medida que pasa el tiempo y las cosas no cambian comienzan a preocuparse porque sienten que no están preparados.
En general, las personas luchadoras tienen menos angustia, porque no dependen de las cosas que van a ocurrir, sino que trabajan por hacer que las cosas ocurran. Otras causas de la angustia son los temores. Existen infinidad de temores. Temor a equivocarse, temor al futuro, temor a la pobreza, temor a no ser aceptado por los demás, etc,
La angustia es un círculo vicioso. Una vez experimentada la persona vive preocupada ante la perspectiva de que regrese, lo cual hace que, ante cualquier situación, se desencadenen los síntomas de la angustia. El proceso se desarrolla con gran rapidez y la persona sólo es consciente de un sentimiento de pánico.

¿Cómo superar la angustia?

Es necesaria una higiene mental habitual para liberar la mente de ideas y de sentimientos negativos, pero, sobre todo, se trata de prevenir, para que no sea necesario curar. Se trata de crear las condiciones mentales que favorezcan el buen funcionamiento de la mente y también del cuerpo.
No se trata de luchar contra las tensiones, la angustia o los problemas, porque, más bien los fortalecerás. De modo que, la mejor forma de vencer al enemigo, no es luchando contra él, sino, funcionando de tal forma y a tal nivel, que seamos invulnerables a sus ataques. El problema no está en la fortaleza del enemigo sino en nuestra debilidad. A medida que te fortalezcas el enemigo se debilitará.
Las tensiones, la angustia y el estrés no son causados por la sociedad, ni por la dinámica de la vida, sino por la incapacidad de los seres humanos para adaptarnos a los nuevos ritmos del progreso.
La falta de capacitación, de habilidades y de experiencia, unidas a la falta de criterios, de valores, de creatividad y de responsabilidad, son los factores determinantes de todos los problemas que padecen las personas y la sociedad. Por los cual, la mejor forma de drenar las tensiones es auto educarse, lo cual supone: liberarse de modelos de pensamiento y de acción, obsoletos e ineficaces e implantar formas de pensar y de hacer que favorezcan el desarrollo, el éxito y la felicidad.
Lo que más daño nos causa no es el mal que nos llega de fuera sino el mal que generamos nosotros debido a nuestra mediocridad intelectual, afectiva, moral y espiritual. El día en que superemos el egoísmo y luchemos con fe y perseverancia por objetivos realmente importantes seremos poderosos e invulnerables
La gente se acostumbra a pensar que la angustia es terrible y su cuerpo reacciona conforme a esa percepción. Es indispensable cambiar este chip mental y pensar, que no es terrible. Cuando ocurra, espera un tiempo para que tu cuerpo se acostumbre a reaccionar con más serenidad. Si no tienes éxito en el intento, piensa que es desagradable pero no terrible. Lo importante es que en vez de huir te estás enfrentando.
En la vida es necesario enfrentar todo, de lo contrario, estaremos condenados a huir eternamente con el temor a la espalda.
En estos casos aprende a respirar. Inhala por la nariz y exhala por la boca en ciclos regulares, despacio y bastante superficial (evita la respiración profunda)
Es necesario aceptar que somos nosotros mismos los que creamos la angustia por no aceptar las cosas como son; por aspirar a lo que no podemos ni merecemos porque no hemos hecho méritos para ello; por compararnos con los demás, por lamentarnos en vez de luchar, por no entender que la vida se rige por la ley de causa - efecto. etc.
Lo peor de cualquier "desastre" no es tanto lo terrible del mismo sino la dramatización que hacemos del suceso.
Hoy están muy de moda los fármacos, utilizados para inhibir la ansiedad, la angustia, la depresión, el estrés... Estos medicamentos, pueden ayudar, pero es conveniente recordar que se trata de "enfermedades psicológicas" causadas por una inadecuada integración mental y que una terapia eficaz debe estar dirigida a aclarar la mente.

Acciones concretas para superar la angustia

1. Aprende a controlar tu vida. Establece unos límites lógicos y expectativas adaptadas a "tu" realidad.
2. Proponte objetivos concretos, a corto, mediano y largo plazo. Un paso cada día. Y trabaja con paciencia y constancia en la dirección correcta.
3. Prográmate "constantemente" en positivo (ideas, sentimientos, lenguaje...) a pesar de lo que ocurra. Por ejemplo: Soy inteligente. Soy buena persona. Soy un triunfador. etc. Estos mensajes repetidos de forma constante, terminan por convertirse en convicción que activa lo mejor de ti.
4. Aprende a valorar tantas cosas buenas que te ha dado la vida (salud, etc.) Si fueras ciego ¿Cuanto darías por poder ver? etc. etc. 5. Piensa siempre en positivo sin importar lo mal te pueda ir. Mientras estés vivo siempre tienes una razón para ser positivo, tienes lo más importante de todo: La vida.
6. Piensa con frecuencia en lo bueno que te ha ocurrido en la vida. El hecho de que estés leyendo este tema significa que perteneces al 10% de las personas privilegiadas que leen habitualmente y tratan de superarse.
7. Perdona y olvida, no guardes odio, ni envidia, ni rencores, porque son terriblemente destructivos.
8. En los acontecimientos y en las personas ve el aspecto positivo. Inclusive los fracasos pueden ser una lección para evolucionar.
9. Aprende a manejar las frustraciones; con frecuencia son el principio de un éxito futuro.
10. Aprende a manejar las emociones. El equilibrio mental es fundamental para una vida sana, productiva y feliz.
11. Puedes aspirar a todo lo que crees que tienes derecho, pero recuerda que todo tiene un proceso.
12. Si no estás satisfecho con tus logros, no busques culpables ni te culpes a ti mismo; se debe a que no has sabido manejar bien tu vida, necesitas evolucionar.
13. No te acuestes sin haber hecho antes las paces contigo, con la gente y con la vida, pues tu cerebro quedará programado para luchar durante la noche en una batalla perdida y despertarás con mal humor...
14. Recuerda que la sociedad no te quita nada, sólo te impide lograr aquello que no eres capaz de conquistar por mérito propio. Como ves, la solución está en tus manos, necesitas encontrar la forma de vivir en paz y ser feliz.
La angustia no es un sentimiento aislado; es el resultado de una programación mental errónea; por lo cual, se trata de rectificar algunas ideas y sentimientos generadores de angustia. Todos los estudios psicológicos pronostican que para el año 2020 la enfermedad más generalizada será la angustia.