La vida humana es dinámica y cambiante, lo cual exige adaptarse constantemente
en todos los aspectos. La adaptación exige capacitación, habilidades, perseverancia
y responsabilidad.
La humanidad vive un proceso de evolución. La evolución se caracteriza por el
desarrollo de la inteligencia y de la conciencia, por lo cual, las personas deben
centrarse en estos desarrollos, pues, es en estos aspectos en donde se da la
verdadera competencia de la vida. Sólo a partir de estos desarrollos los seres
humanos podrán alcanzar éxito y felicidad.
Los mayores problemas de las personas y de la sociedad se deben a la falta de
inteligencia y de moral; es decir, a la falta de capacidad, de criterios y de valores.
La vida exige adaptación constante. La adaptación hace que las personas estén en
actitud y en capacidad para resolver los retos que plantea la vida cada día. Cuando
no se resuelven los problemas de forma eficaz, se va perdiendo poder para resolver
los problemas venideros y se va acumulando una deuda con la vida. Muchas
personas llevan sobre su espalda un cargamento de problemas acumulados a lo
largo de los años. De aquí la importancia de resolver las cosas a medida que van
llegando y no dejar problemas para mañana, de esta forma la carga de la vida será
liviana.
Los problemas tienen un proceso; al principio son pequeños y se pueden resolver
con facilidad, pero los problemas no resueltos, aunque sean pequeños, van creando
las condiciones para que surjan problemas cada vez más graves, por lo cual, es
importante rectificar antes de que tomen cuerpo.
Los problemas son situaciones que se presentan en la vida a nivel económico,
afectivo, laboral, moral y espiritual. Los problemas son inevitables, son parte natural
de la dinámica de la vida. Los problemas nos obliga a actuar y son una forma de
aprender y de evolucionar; por tanto, el asunto no son los problemas en sí, sino la
actitud que tomamos ante ellos y la forma en que los solucionamos.
Las personas inteligentes saben prever y actuar a tiempo. De este modo, en vez de
gastar su energía y su tiempo en resolver problemas, los invierten en proyectos, lo
cual les permite progresar y triunfar.
La mayoría de las personas tienen una filosofía equivocada de la vida. No saben
prever, no planifican, no se capacitan y no actúan a tiempo. Esta actitud hace que
sean ineficaces y que se vayan acumulando problemas.
El cuerpo y la mente tienen gran capacidad de supervivencia, de modo que, son
capaces de soportar los problemas, pero tienen un límite. Cuando la situación se
hace insostenible saltan las alarmas físicas y/o mentales, debido a que resulta difícil
soportar los problemas acumulados a nivel físico y/o mental.
En la actualidad existen más de 2000 enfermedades laborales reconocidas, como
resultado de problemas de trabajo no resueltos o mal resueltos. Se cree que
alrededor el 90% de las enfermedades son de tipo somático; es decir, son
enfermedades corporales debidas a que, la energía mental (emociones, deseos,
iniciativas, etc.) que debería expresarse de forma creativa, es reprimida. La energía
reprimida necesita expresarse y lo hace a través de distintas de enfermedades. Las
enfermedades somáticas son distintas pero la causa es la misma.
La angustia, la depresión y el estrés son enfermedades mentales modernas,
causadas por la incapacidad de las personas para resolver sus problemas y
adaptarse a la realidad de la vida.
Hemos creado una forma absurda de vivir, una vida que se mueve al ritmo de
necesidades creadas y de intereses materiales, que no respeta la naturaleza
humana ni tiene en cuenta las verdaderas necesidades de las personas.
Esta realidad genera muchos problemas. Todos los problemas políticos, sociales,
económicos y morales que sufre la sociedad son producto del fracaso de la
educación y de un enfoque erróneo de la vida.
Todo se inicia en la mente, tanto los problemas como las soluciones, por lo cual, es
importante controlar las ideas, las emociones y las conductas.
La mayoría de las personas viven como autómatas, arrastradas por la dinámica de
la sociedad. Carentes de criterios personales y débiles de carácter, se dejan llevar
por las nuevas tendencias, sin pensar a dónde conduce el camino. Es necesario
abrir los ojos y adquirir una visión correcta de la realidad. Es necesario tomar el
control de la propia vida para sustraerse, lo más posible, a los problemas de la
sociedad.
En realidad los problemas los genera uno mismo en la medida en que no funciona
bien. El ser humano es como una máquina. Para que la máquina funcione bien es
necesario que cada una de sus piezas esté en perfectas condiciones y que todas las
piezas funcionen de forma sincronizada. Lo que significa que debemos cuidar todos
los aspectos que influyen en nuestra vida.
Un problema no es una realidad aislada, es la consecuencia de funcionar mal en
varios aspectos. Un problema concreto es el pico del iceberg, pero el pico no se
mantendría a flote sin otros elementos que lo sustentan. El pico sólo representa una
octava parte del iceberg, lo que significa que existen muchos aspectos de nuestra
personalidad que no conocemos y que son los verdaderos causantes del problema.
Los problemas pueden ser distintos en apariencia pero las causas de todos los
problemas son casi las mismas.
Así como un cuerpo con buenas defensas es inmune a las infecciones, así una
persona que funciona bien es inmune a los problemas y cuando le llegan sabe
resolverlos y seguir adelante.
El conocimiento y los valores son los mejores antídotos contra los problemas. "Moral
y luces son nuestras primeras necesidades" Simón Bolívar.